La cédula de habitabilidad, la licencia de primera ocupación o la fianza arrendaticia figuran entre los requisitos para alquilar un piso como propietario. La aportación de estos y otros documentos antes de arrendar es una obligación que debe tomarse con la mayor seriedad. No entregar el certificado energético al inquilino, por ejemplo, conlleva sanciones económicas de 601 a 1000 euros.
El arrendamiento de inmuebles destinados a vivienda está regulado por una burocracia que puede desalentar a los propietarios sin experiencia. Las dudas sobre cómo alquilar un piso legalmente y sin riesgos son comprensibles, a la vista del fenómeno ‘okupa’ y otras amenazas. De hecho, el 26% de las personas con una segunda vivienda no la alquila debido a la inseguridad actual. Conocer el papeleo detrás de esta operación podría hacerles cambiar de idea, ya que la fianza y otras garantías cubren a los arrendadores frente a impagos.
Cómo alquilar un piso como propietario: 6 requisitos
El título de propiedad, indispensable
Este documento legal, diferente de la escritura, contiene datos relevantes sobre la vivienda y el propietario (fecha de adquisición, nombre y apellidos del titular, etcétera) que identifican a este último. Su aportación es uno de los requisitos para alquilar un piso en España más importantes porque permite acreditar a la persona a cuyo nombre está el inmueble.
Para obtener el título de propiedad, debe solicitarse en el Registro de la Propiedad de la provincia correspondiente, presentando la siguiente documentación: una copia de la escritura de venta, el formulario de autoliquidación y un justificante del pago de la plusvalía municipal.
La licencia de primera ocupación, en casos excepcionales
Ni arrendar ni habitar un inmueble es recomendable sin obtener una licencia de primera ocupación, por las consecuencias legales que conlleva esta imprudencia. ¿Lo anterior significa que siempre es necesario disponer de esta acreditación? En absoluto. La legislación señala que será exigible en casos excepcionales, como una rehabilitación de cierta envergadura o la edificación de un nuevo piso.
Prestar atención a estos y otros detalles burocráticos es fundamental para eludir sanciones administrativas. Informarse previamente antes de actuar es la respuesta a cómo alquilar un piso sin riesgos.
Garantías para alquilar con seguridad
La morosidad, los daños a la propiedad y otras amenazas son una preocupación constante para los arrendadores. Por este motivo, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) contempla una garantía básica: la fianza. Es una cantidad de dinero equivalente a una o dos mensualidades (dependiendo del uso al que se destine el inmueble) que los inquilinos deben entregar antes de ocupar la vivienda.
Pero la fianza arrendaticia es incapaz de cubrir eficazmente cuando las deudas y perjuicios exceden la cuantía de su depósito. Entonces, ¿cómo alquilar un piso con garantías? Los seguros y servicios de protección en caso de impago se han convertido en el mayor aliado de los propietarios, ya que ofrece una completa garantía de alquiler para caseros.
Las facturas de servicios y suministros, en orden
Aunque las normas recogidas en la LAU no especifican quién debe hacerse cargo del pago de los suministros, su alta corresponde a la parte arrendadora, que también se cuidará de abonar todas las facturas pendientes. En condiciones normales, el inquilino se responsabiliza de cambiar la titularidad de los servicios de agua, gas y electricidad, mientras que otros abastecimientos (la línea telefónica y de internet, por ejemplo) deberá darlos de alta por sí mismo.
La cédula de habitabilidad, una acreditación obligatoria
En CCAA como Navarra, Cataluña o la Comunidad Valenciana, la obtención de la cédula de habitabilidad es un requisito para alquilar un piso de obligado cumplimiento, siendo opcional en Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha o País Vasco. Este documento avala que el inmueble cumple los estándares mínimos de salubridad, seguridad estructural y disponibilidad de suministros básicos.
El certificado de eficiencia energética, en vigor
Otra condición sine qua non para arrendar una vivienda es el certificado energético (CEE), que contiene datos técnicos e identificativos del inmueble, así como su calificación energética: de la A a la G, en orden descendente de eficiencia. Con la entrada en vigor del Real Decreto 235/2013 en junio de 2013, este documento se hizo indispensable para alquilar legalmente pisos, oficinas, naves, locales comerciales o alquileres turísticos, entre otros.
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